Estás delante del libro de autoayuda más leído del mundo. Millones de personas y décadas de vigencia corroboran su eficacia. Saboréalo y concédete la posibilidad de conocerte mejor y ser más feliz.
El estado de salud es un estado natural, y los medios para lograrlo están dentro de las posibilidades de cada uno.
¿Tienes la sensación de estar desbordado por la existencia? ¿Paralizado por compromisos -afectivos, laborales...- que ya no te satisfacen? ¿Dominado por complejos de culpa o inseguridad? No proyectes tu insatisfacción en otros: la causa está en ti, en las «zonas erróneas» de tu personalidad que te bloquean e impiden que te realices. En esta obra, el Dr. Wayne W. Dyer muestra dónde se encuentran, qué significan, adónde conducen y cómo podemos superarlas. Esboza un camino para alcanzar la felicidad, un procedimiento que se basa en ser responsable y comprometerse con uno mismo. Y todo contado con la amenidad y sencillez de quien sabe que puede cooperar en la mejora de la vida de los demás.
Quien me conoce sabe que no termino de encajar con esta sociedad, ni quiero, ni lo intento, ni me conformo. No me gustan los convencionalismos y jamás juzgo a la gente por la medida en que se adapte a ellos. Llevo toda una vida, aunque corta, luchando contra esto y solo recibo rechazo por parte de los demás sin haber hecho nada malo. A día de hoy sigo sin entender nada, no sé si debo resignarme a esa mierda y confieso que eso hace que se me lleven los demonios y me entristece muchísimo. Tanto es así que un buen día mi hermana rescató este libro que ella ya se había leído de su estantería y me lo recomendó encarecidamente. Dispuesta a probar algo nuevo que quizá pudiera funcionarme, aparqué las otras dos historias que aún me estoy leyendo y me sumergí en ésta.
El autor, un tal W. Dyer, psicólogo, explica en el transcurso de las páginas ciertos comportamientos neuróticos a los que se aferran la mayoría de las personas y nos intenta sacar de ellos: solo tú controlas tus pensamientos y tus sentimientos; debes aceptarte a ti mismo, no necesitas la aprobación de los demás pero debes ser consciente de tus deficiencias y subsanarlas sin ponerte la excusa de que siempre has sido así. No vale la pena sentir culpa por lo que ya no puedes cambiar ni preocupación por lo que aún no ha llegado o por lo que no está en tu mano. Deja de postergar cosas que hacer, improvisa y explora lo desconocido sin miedo al fracaso ignorando los “debes” y “deberías” y proclamándote independiente de cualquier otra persona. No pretendas vivir en un mundo justo, porque no existe ni existirá nunca, y la mejor parte es que no te merece la pena sentir ira por ello.
El libro está bien escrito y estructurado a pesar de contar con un lenguaje antiguo y a veces altivo, los argumentos están bien explicados y se repiten las ideas que se te deben grabar en la cabeza. Pero el caso es que termino de leer y… ¡oh, sorpresa! Salvo la última parte, yo no tengo ninguna más de esas zonas erróneas. Llegando a admitir en varias ocasiones el autor que la gente puede considerar el comportamiento de una persona sin zonas erróneas un tanto arrogante porque no la consiguen manipular, resulta que me he quedado igual. Entonces, ¿es mejor ser infeliz por adaptarte a la conducta sin sentido de la sociedad o ser infeliz por no encajar? Elije…
Aun así, no me arrepiento de haber leído este libro, el escritor tiene más razón que un santo en cuanto a la forma en que se nos inculcan estos comportamientos neuróticos desde la infancia y cómo sin ellos podemos ser mucho más felices. Lo único que añadiré es que realmente hay gente que debería dejar de ser tan susceptible, dejar de lado la envidia y el miedo a la competencia y simplemente entender que no todos tenemos por qué ser iguales, que podemos congeniar con unas personas y con otras no, pero no por ello ser mejores o peores ni hay que hacer sentir mal a nadie, no como en un patio de colegio, basta con saber lo que esperar de cada uno y al encontrarnos con una mala persona alejarnos sin más; en otras palabras, y como a mí me gusta decir, vivir y dejar vivir. ;)
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